This article seeks to provide a comprehensive and fundamental account of why racial epithets and similar slurs are immoral, whenever they are. It considers three major theories, roughly according to which they are immoral because they are harmful (welfarism), because they undermine autonomy (Kantianism), or because they are unfriendly (an under-considered, relational approach informed by ideas from the Global South). This article presents new objections to the former two theories, and concludes in favour of the latter rationale. Deeming slurs to be wrong insofar as they are unfriendly is shown to capture the advantages of the other theories, while avoiding their disadvantages.
Este artículo busca proporcionar una descripción completa y fundamental de por qué los epítetos raciales y slurs similares son inmorales, allá donde lo sean. Considera tres teorías principales, según las cuales, a grandes rasgos, son inmorales porque son dañinos (bienestarismo), porque socavan la autonomía (kantianismo) o porque son hostiles (un enfoque relacional poco discutido informado por ideas del Sur Global). Este artículo presenta nuevas objeciones a las dos primeras teorías y concluye a favor de la última justificación. Se muestra que considerar que los slurs son inmorales en la medida en que son hostiles captura las ventajas de las otras teorías evitando sus desventajas.