This article argues that the educational power of botanical gardens goes beyond the scientific collection of data but also makes use of the artistic influence of the garden through the perception and experience of the user. The enjoyment of nature and of art is drawn together in a garden. Botanical gardens are unique as gardens in the sense that they have greater scientific than artistic emphasis. They are illustrations of the interdependence of the visual arts and the sciences. The experience of gardens is unique among the arts due to the living, temporal and spatial qualities that also form part of our daily reality. In this sense botanical gardens have the potential to raise awareness on our everyday surroundings and their connection to conservation and the health and survival of life on earth. This gives botanical gardens the ability to expand their educational value as a living form of art through the experience of the user. Experiencing life and art enhances learning. In a fast changing world the value of experiential learning has increased which gives botanical gardens a unique position in the 21st century as a didactic tool.
Este artículo sostiene que el poder didáctico de los jardines botánicos va más allá de la colección de información científica, también resalta la influencia artística del jardín a través de la percepción y vivencia. Constituyen un punto de encuentro entre la naturaleza y el arte. Los jardines botánicos son únicos considerando que tienen mayor relevancia científica que artística. Se manifiestan como ejemplos notables de la interdependencia de las ciencias y las artes. La experiencia artística de descubrir estos jardines es única debido a sus cualidades vivas, temporales y espaciales que también reflejan nuestra realidad cotidiana. Los jardines botánicos tienen la habilidad de alertarnos acerca de nuestros entornos inmediatos, sus conexiones con la preservación, con la salud y la supervivencia en esta tierra. Experimentar la vida y el arte potencia el proceso educativo. En un mundo de cambios el valor del aprendizaje práctico ha elevado a los jardines botánicos a una posición prominente como herramienta didáctica en el siglo XXI.